Escritor: Charles Darwin
El origen de las especies
El origen de las especies (The origin of species, en inglés) o más exactamente El origen de las especies mediante la selección natural o la conservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida es un libro escrito por Charles Darwin (1809 -1882), publicado el 24 de noviembre de 1859 (John Murrap, Londres); agotó los 1.250 ejemplares impresos en el primer día. En él, expuso por primera vez sus ideas sobre la selección natural y la teoría de la evolución.
Esta obra es un trabajo fundamental dentro de la historia de la ciencia y la biología. En él, Darwin argumenta largamente su teoría sobre cómo los organismos evolucionan gradualmente por medio de la selección natural, presentando evidencias de su teoría acumuladas en su viaje en el HMS Beagle en los años 1831-1836. Su teoría se oponía ampliamente a las teorías vigentes en su época, creacionismo y catastrofismo. El libro puede ser leído por no especialistas. Aunque las ideas presentadas constituyen la base de la biología moderna continúan siendo controvertidas para ciertos grupos religiosos quienes se apoyan en una interpretación literal de textos religiosos a favor de explicaciones creacionistas.
El origen de las especies fue publicado el 24 de noviembre de 1859 y sus 1.250 copias iniciales fueron vendidas el mismo día. La segunda edición apareció en enero de 1860 y fueron publicadas hasta seis ediciones durante la vida de Charles Darwin, cada una con cambios y revisiones que contestaban a contraargumentos levantados por la fuerte oposición a la teoría evolutiva de Darwin. La principal oposición al libro no provenía, como se suele creer, de la interpretación literal de las historias sobre la creación narradas en el libro del Génesis de la Biblia (a las que Darwin prestó poca atención por la falta de rigor), sino que venía de la propia ortodoxia científica de la época, y fundamentalmente de la Física, con críticas tan duras como las de William Thomson, Primer barón de Kelvin, o las de Sir Francis Galton.
Como se pone de manifiesto en El origen del hombre (The Descent of Man), Darwin había reflexionado ampliamente sobre las implicaciones de su teoría para el origen de la humanidad. Como consecuencia del tema de la evolución humana no era tratado en profundidad en "El Origen de las especies". La publicación de sus ideas sobre la evolución humana fue adelantada a causa de la investigación independiente de una teoría similar realizada por Alfred Russel Wallace en 1858. Muchos consideran que Wallace merece tanto crédito como Darwin por su teoría de la selección natural aunque la obra de Darwin presenta su teoría con una desarrollo científico mucho más sólido, basado en una mayor cantidad de pruebas observacionales y una mejor argumentación.
Es curioso, pero cierto, que Charles Darwin hizo asimismo muchas de sus investigaciones, llegando así a sus propias teorías, con métodos rudimentarios y puramente caseros. En el jardín de su casa observaba con instrumentos muy básicos la evolución de las plantas y así de forma completamente empírica y poco sofisticada llegaba a sus conclusiones; lo cual demuestra la genialidad y capacidad intuitiva de este personaje. Es recomendable leer el libro.
Charles Darwin
Charles Robert Darwin nació el 12 de febrero de 1809 en Shrewsbury, una villa ubicada en Shropshire, en el oeste de Inglaterra. En ese entonces, Shrewsbury era una ciudad de unos 20.000 habitantes situada en el campo. Charles Darwin fue el quinto de seis hermanos, el segundo varón, todos nacidos muy seguidos: Marianne, 1798; Caroline, 1800; Susan, 1803; Erasmus, 1804; Charles, 1809, y Catherine, 1810. La casa de los Darwin, "The Mount", estaba en Shrewsbury, a 35 km. de Maer, donde vivían los Wedgewood. Su madre falleció cuando Charles tenía 8 años, el 15 de julio de 1817. En consideración al luto de sus hermanas se evitaba hablar de ella. En años posteriores solamente recordará de su madre su lecho de muerte, su traje negro de terciopelo y su original mesa de trabajo.
Charles Darwin realizó sus estudios elementales durante un año en la pequeña Escuela unitaria del reverendo G. Case (1817) y luego en el gran internado del Dr. Butler (Schrewsbury School), desde los nueve hasta los 16 años. Según la costumbre de entonces, en la escuela le enseñaron solamente latín, griego y algunas nociones de historia antigua. Charles cumplía con sus deberes y se aprendía diariamente 40 ó 50 líneas de Homero y Virgilio, aunque las olvidaba pronto. Darwin escribe: "Yo vivía íntegramente en el colegio, de manera que disfrutaba de la gran ventaja de poder llevar la vida de un verdadero estudiante; pero como la distancia hasta la casa de mi padre era poco más de una milla, a menudo iba corriendo cuando los recreos eran más largos entre la hora de pasar lista y la de cierre por la noche. Yo creo que en muchos aspectos esto me fue provechoso, porque mantuvo vivo en mí el apego a la casa y mi interés por ella".
En la escuela, Charles sentía aversión por las materias, por las preguntas rutinarias y las contestaciones de receta. Sin embargo, tan pronto como le interesaba un tema, intentaba dominarlo. Se interesó por la geometría euclidiana, que conoció por un profesor particular, por problemas de ciencias naturales, de los cuales no se le enseñaba nada en el colegio, y por la pintura, la música, Shakespeare, Milton, Wordsworth, Coleridge, Shelley, Scott y Byron. En el último año de colegio le gustaban las odas de Horacio, a quien admiraba.
Charles Darwin parece haber sido más bien un soñador que un niño prodigio. Le gustaba realizar largos paseos solitario. Desde su más temprana juventud, fue un apasionado amante de la naturaleza. Como él dijo, "nació naturalista". Cualquier aspecto de la naturaleza suscitaba su curiosidad. Se le consideraba un niño corriente, o más bien algo bajo el promedio. Se le dijo que era mucho más lento para aprender que su hermana menor, Catherine, y en una ocasión su padre le reprendió: "Nunca serás nada, lo único que te preocupa es cazar, los perros y matar ratas, te convertirás en una vergüenza para ti mismo y para tu familia".
Prefería coleccionar animales, conchas, huevos, minerales y vegetales y leer libros sobre la naturaleza. Durante el último año del colegio, su hermano Erasmus le inició en los fundamentos de la química. En una caseta en el jardín instalaron un pequeño laboratorio químico, donde trabajaban hasta altas horas de la noche. Charles recibió entonces el apodo de "Gas" por parte de sus compañeros de curso. El Dr. Butler se burlaba de su interés por la química, considerando que el humo y los malos olores eran más apropiados para quienes estaban destinados a trabajar en fábricas y lo reprendió en cierta ocasión en público, por perder así el tiempo inútilmente.