Cantar del Cid o Poema de Mio Cid
El Cantar del Cid o Poema de Mio Cid es el primer monumento literario español llegado hasta nosotros. Es nuestro poema nacional.
Este poema fue descubierto por Eugenio Llaguno en el siglo XVIII, en un convento de Vivar. Está escrito en letra del siglo XIV, de tipo carolingia. Es un poema épico escrito, según Menéndez Pidal, hacia el año 1140, y, según otros autores más modernos, hacia 1200, es decir, bastante tiempo después de la muerte del Cid y cuando su imagen estaba ya muy mitificada.
Aunque se desconoce su autor, Menéndez Pidal sostuvo la existencia de dos juglares autores: uno más próximo a los hechos, con una visión realista de los mismos, y otro que reformó el poema posteriormente añadiéndole los pocos episodios fantásticos que aparecen en él (un juglar de San Esteban de Gormaz y otro de Medinaceli).
Hay varios escritos sobre el Cid, pero destaca el llamado Cantar de Mio Cid (se nota que no es un Poema sino un Cantar, ya que se toma como letra de una canción y no como texto de un poema).
Así pues, El Cantar del Cid, es una canción recitada por los juglares de aquellos tiempos medievales. El manuscrito del Mio Cid, al igual que su "primo" de La Chanson de Roland, no es de gran belleza y contiene varias faltas, algunas corregidas, esto es debido a una finalidad de uso por parte de los juglares y no para más altos menesteres.
Este cantar de gesta, narra los hechos finales de la vida de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador (1043-1099), caballero de la corte de Sancho II de Castilla y Alfonso VI de Castilla y León, recurriendo en ocasiones a la ficción para resaltar ciertos aspectos del carácter heroico del protagonista: su lealtad al rey, a pesar de que éste lo condena al destierro; su fe en Dios; su piedad; su amor por la familia y por la justicia, su valentía en la batalla. Había un importante escritor que decía que este poema tenía un estilo "tierno, frágil, vívido, humanísimo y matizado".
Cid: del árabe dialectal "Sïd", Señor, Caballero. Campeador: del latín "Campus Doctor", vencedor de batallas.
Héroe nacional por excelencia Rodrigo Díaz, el Cid, es el más universal de los burgaleses.
a. Temas:
Esta obra trata los siguientes temas: el heroísmo, la muerte, la familia, la honra y el honor de la persona, y todo ello, en el marco social de la Edad Media, en la que se anteponía el prestigio personal ante cualquier otro valor. También nos refleja el odio y el afán de riqueza que se palpaba en el ambiente medieval.
b. Genero:
El género de este libro es la poesía, y concretando un poco más, la poesía épica y de capa y espada y es la obra más importante de este grupo en España.
c. Medio Social:
Las relaciones que se establecen entre vasallos y señores, campesinos de los pueblos, los caballeros y los miembros de la nobleza nos enseñan perfectamente la sociedad que había en aquel momento, en la que se vivía un gran teocentrismo y en la que el honor, el respeto y la obediencia eran principios fundamentales.
d. Época:
La historia tiene lugar a principios de la Edad Media, lo que implica unas situaciones sociales, económicas, políticas, religiosas, etc, específicas
Costumbres de la época:
Besar las manos en símbolo de vasallaje.
Dejarse la barba, como símbolo de honra.
Besar el pañuelo de la amada, antes de ir a combatir.
Falta de higiene propia de todos.
El papel que jugaban las mujeres en todo tipo de actividades propias de la época, era nulo.
En la obra notamos que: o son mencionadas en forma muy superficial o la única mención que se hace de estas como acompañante del personaje principal, encargándose de supervisar la crianza de sus hijas, en manos de sirvientas.
e. Lugar de la obra:
La acción tiene lugar en la España del siglo XI, dividida en diferentes reinos, cada en uno de ellos un señor encargado de gobernarlo.
El Cid conquista:
Castejon, Alcocer, Valencia, Jerica, Onda y Almenara, las tierras de Burriana, se apodero de Murviedro, Burgos, la cuenca del río Henares y la conquista de Alcázar (Soria), Guadalajara, Zaragoza, Teruel, Castellón, y Alicante, la Extremadura castellana, de tierras al sur del Duero, su asentamiento en El Poyo (cerca de Calamocha) y su actuación por tierras de Alcañiz, Huesa y Monforte de Moyuela.
f. Características de la obra:
Uso del estilo directo.
Lenguaje sobrio, llano y precioso.
Realismo.
Alto valor histórico.
Gran fidelidad geográfica.
PERSONAJES
El Cid Campeador :
Rodrigo Díaz de Vivar, personaje virtuoso, con piedad religiosa y amor por la familia, valeroso e inteligente guerrero. Se nos presenta como un gran héroe que supera su destierro haciendo lo posible y lo imposible por volver a gozar de la confianza de rey, además de reparar la deshonra que sufren sus hijas a manos de los infantes de Carrión y ganar grandes fortunas y tierras. Su principal valor es la búsqueda del honor.
El rey Alfonso :
en un principio, destierra al Cid de Castilla, pero a lo largo del relato, se va dando cuenta de que, en realidad, es un buen vasallo, y le perdona. Él es el rey y, por tanto, la máxima autoridad. Todos los habitantes de su reino deben obedecerlo si no quieren ser expulsados del país. Pero, en definitiva, intenta que siempre se haga justicia.
Jimena :
es la mujer del Cid Campeador. Apoya en todo a su marido porque le admira.
Doña Elvira y Doña Sol :
hijas del Cid y de Doña Jimena.
Ayudantes y seguidores del Cid :
Álvar Fañez Minaya: El “Minaya” es una persona que le ofrece ayuda al Cid. Le ofrece la compañía de amigos y vasallos para que pueda abandonar el reino de Alfonso VI. En sus viajes con el Cid, era el encargado de enviar los mensajes para el Rey.
Martín Antolinez: El “Burgalés” es la persona que le da su pan y su vino antes de la salida del reinado de Alfonso. Les abastece y por la mañana se ofrece a ir con el Cid ala guerra.
Pedro Bermúdez: El “Mudo” lucha junto al Cid frente a Don Fernando (infante de Carrión). Es primo-hermano de las hijas del Cid, Doña Sol y Doña Elvira, y por tanto sobrino del Cid.
Raquel y Vidas: Eran los amigos de confianza de Martín Antolinez. Martín les confía las arcas
del Cid para que las guarden, ya que el Cid no puede llevárselas con él, porque le descubriría el Rey Alfonso.
Don Sancho: Era el que cuidaba de las hijas y la mujer del Cid mientras que él estaba luchando fuera del reino de Alfonso VI.
Avengalvón: Es un moro que está a las ordenes del Cid Campeador, buen vasallo que siempre cumple la voluntad de Don Rodrigo. Es amigo de los amigos del Cid.
Todos ellos deciden seguir al Cid para ayudarle, apoyarle y combatir junto a él en todas las batallas y enriquecerse. Son fieles vasallos que también iban ganando su honor.
Los infantes de Carrión : pretenden el casamiento con las hijas del Mio Cid y al final lo consiguen. Una vez casados, se llevan las riquezas que les correspondían de las batallas ganadas, y se van, deshonrando más tarde a Doña Elvira y Doña Sol. Estos personajes representan el afán de riqueza, el egoísmo, y el desprecio hacia los demás.
Otros personajes : los infantes de Navarra y Aragón, el obispo, los moros (amigos y enemigos), los reyes de los distintos territorios.
García Ordóñez: Era un enemigo del Cid Campeador, conocido como el Conde Don García.
ESTUCTURA EXTERNA
Consta de 3.730 versos divididos en tres partes denominadas cantares:
Cantar del destierro del Cid
Cantar de las bodas de las hijas del Cid
Cantar de la afrenta de Corpes.
Los 3.730 versos se distribuyen en series asonantadas monorrimas de metro largo divididos en dos hemistiquios por una cesura. La medida es variable y dominan los de catorce sílabas, pero abundan los de nueve, diez, quince y veinte sílabas.
Los versos se agrupan en series o tiradas de desigual número de versos: la mas corta de tres y la mas larga de ciento noventa. En cada tirada, se cambia de asonancia, se pasa del estilo directo al indirecto, o se recapitula el tema anterior.
En la narración de los tres cantares, se producen elipsis y se anuncian hechos que luego serán narrados. El narrador es omnisciente, es decir, maneja todos los hilos del relato, y cuenta los sucesos de la historia respetando el orden cronológico.
Resumen
CANTAR PRIMERO: EL DESTIERRO
Despedida y augurios: El Rey Alfonso VI por mentiras de García Ordóñez destierra al Cid. El Cid convoca a sus parientes y vasallos que prometen seguirle en su destierro. El Cid al ver su casa vacía, llora y se marcha. Al salir de Bibar ven a una corneja por la derecha lo que les da un buen augurio, pero al llegar a Burgos, la ven por la izquierda lo que les anuncia uno malo.
Llegada a Burgos: Al llegar a Burgos las gentes salen a verle, pero nadie les hospeda. Una niña le dice que se marche porque el Rey envió una carta, según la cual castigaría a aquel que hospedara o diera alimentos al Cid. Va a la catedral, Santa María, donde reza, y después se marcha a un campo para descansar con sus compañeros.
Martín Antolínez se une al Cid: Martín Antolínez les da alimento, y el Cid y sus vasallos le pagan. Antolínez le dice al Cid que el rey le castigará por ello y que quiere unirse a sus vasallos, el Cid en respuesta de su valentía, acepta su compañía. Después el Cid dice a Antolínez que todos van a llenar dos arcas de arena cubiertas de cuero y clavos para obtener mediante un engaño dinero de los judíos, Raquel y Vidas.
El engaño a los judíos: Antolínez se encarga de la tarea y parte hacia Burgos en busca de los judíos, los encuentra en una tienda haciendo sus cuentas del día. Les pide hablar en privado y que no le descubran a nadie, porque les va a hacer ricos. Les cuenta que el Cid fue acusado por robar mucho oro, el cual esta guardado en dos arcas que contienen 600 marcos, les dice que el Cid quiere dejarlas en sus manos y que estén a buen recaudo durante un año. Van a ver al Cid para coger las arcas y a cambio de este recaudo los judíos deben darle los 600 marcos.
El Cid tiene el dinero: Vuelven a Burgos y le dan a Antolínez los 600 marcos, más 30 marcos como regalo porque gracias a él, el Cid les ha escogido para la guarda de las arcas. Antolínez da el dinero al Cid y piensa en partir hacia San Pedro de Cardeña. El Cid va a la catedral y da gracias a Dios, prometiendo a la Virgen mil misas.
El Cid va a despedirse de su familia: El Cid, sin compañía de sus vasallos, va a ver a su familia para despedirse. Doña Jimena que estaba rezando por él, sale a recibirle junto con sus hijas y monjes. El Cid le da al Abad Sancho 150 marcos para que cuide de su familia y vasallos; en el caso de que este dinero se terminase le dice que por cada marco que gaste del monasterio por ellas, él le dará cuatro. Doña Jimena llora por la marcha del Cid y, éste hace la promesa de que volverá para casar a sus hijas.
Un centenar de castellanos se une al Cid: Antolínez, que había marchado de nuevo a Burgos, y 100 castellanos se unen en Burgos para ir en apoyo del Cid. Al llegar a San Pedro el Cid les agradece su voluntad. Jimena reza por su esposo y se despiden.
Ultima noche en Castilla: El Cid recorre las tierras de Castilla, y toda la gente le acoge. La última noche que duerme en Castilla se le aparece el arcángel San Gabriel y le dice que continúe su camino. Cuando parten, el Cid teme que el Rey le persiga, así que se va a Zaragoza y toma Alcocer luchando contra el rey moro de Valencia y, envía 30 caballos de su motín al rey para que vea su hazaña. El rey lo acepta pero sigue enfadado.
El Conde de Barcelona: En Barcelona derrota al Conde y le hace prisionero. El conde se niega a comer; y a pesar de que el Cid le promete la libertad a cambio de que coma, se niega. Le libera pero se queda con todas sus pertenencias. El Cid y sus vasallos acompañan al conde y a los suyos hasta la zona de acampada y, el conde se despide del Cid para siempre.
CANTAR SEGUNDO: BODAS DE LAS HIJAS DEL CID
La conquista de Valencia: El Cid se dirige a Valencia, va conquistando los territorios y después de tres años en guerra conquista Valencia. Manda a su vasallo Minaya Alvar Fáñez, que le pida al Rey que deje salir a Jimena de Castilla, para ir en su encuentro. El Rey entusiasmado por la conquista, perdona al Cid y a sus vasallos y, le concede su petición. Esto origina la envidia de García Ordóñez y de los Infantes de Carrión, éstos últimos planean casarse con las hijas del Cid para conseguir riquezas. El Cid y sus vasallos se dirigen a Valencia pero antes en Burgos consiguen caballos, mulas y guarnición.
Minaya va a buscar a la familia del Cid: Minaya va en busca de Jimena para llevarla a Valencia, pues el Cid debe permanecer en ella para defenderla y heredarla. Minaya se encuentra con los judíos, Raquel y Vidas, le dicen a Minaya que el Cid les ha engañado, y que debe decírselo para solucionarlo porque sino irán en su busca. Minaya llega a San Pedro, el abad manda recuerdos al Cid. Empiezan el camino hacia Valencia con las hijas y Jimena.
Camino a Valencia: El Cid manda a Muño Gustioz, a Pedro Bermúdez y a Martín Antolínez al encuentro de Minaya y su familia, éstos llevan una carta del Cid para su amigo el moro Avengalbón que vive en Molina, para que éste acoja a su familia y vasallos. Pasan por Medina y llegan a Molina donde Avengalbón da un buen recibimiento a Minaya y la familia del Cid. Después el Cid envía a 200 caballeros al encuentro de Minaya. Todo se prepara en Valencia con grandes espectáculos para el recibimiento. Jimena se alegra mucho de ver a su esposo. Desde el alcázar todos contemplan Valencia.
Guerra con el Rey de Marruecos: El rey de Marruecos, Yucef quiere reconquistar Valencia. El Cid le dice a su mujer que va atener que luchar contra los moros por salvar Valencia, y que ellas deberán permanecer en el alcázar. Los moros invaden la huerta de Valencia. Las hijas y la mujer del Cid están asustadas, pero confían en la ayuda de Dios. Se toca la campana como alarma. Mueren 500 hombres y al día siguiente el obispo da una misa donde anima a los caballeros: perdonan los pecados de los muertos. Finalmente, tras matar muchos moros, derrotan a Yucef. Todos regresan a Valencia donde el Cid se encuentra con su familia. Minaya y Pedro Bermúdez recuentan el motín y llevan como presente al Rey 200 caballos con sillas y espadas. El Rey esta muy satisfecho pero García Ordóñez aumenta su rencor.
La petición de los infantes de Carrión: Los infantes deciden pedir al Rey el matrimonio con las hijas del Cid para ganar honra. El Rey dice que intentará hablarlo con el Cid. Después reúne a Minaya y a Per Vermúdoz para que comuniquen al Cid que le concede el perdón y que los infantes de Carrión quieren casarse con sus hijas. Regresan a Valencia donde el Cid los recibe y éstos le dan las noticias: el perdón y el casamiento. Al Cid no le parece bien pero como el Rey lo pide dará su consentimiento.
Encuentro con el Rey: El Cid escribe al Rey una carta, en la que dice que la decisión que él escoja será la que se lleve a cabo; el Rey al recibirla anuncia que dentro de tres semanas se celebrará la reunión. El Cid que va a ver al Rey, manda a Salvadorez y a Garcíaz que cuiden Valencia donde deja a su familia. Al llegar el Cid es recibido por todos y hay un emotivo encuentro entre él y el Rey. Se reúnen con los infantes que se maravillan de él. A la mañana siguiente después de la misa, todos se reúnen, el Rey pide al Cid a Doña Elvira y a Doña Sol, el Cid accede y toda la corte se lo agradece. El Rey los casa aunque ellas no estén presentes. Da al Cid 300 marcos por la boda y éste los reparte entre la corte.
El Cid no quiere entregar a sus hijas el mismo y se lo encarga a Minaya: el Cid le dice Minaya que haga de padrino de sus hijas y que se las entregue a los infantes de Carrión. El Cid y sus vasallos marchan a Valencia.
El Cid anuncia el casamiento a Jimena: el Cid llega al alcázar y les dice a su mujer e hijas que éstas están casadas. Sus hijas y Jimena están contentas. Pero él les dice que sólo lo ha hecho por que se lo ha pedido el rey, que él no quería casarlas.
Boda de las hijas del Cid:
En Valencia todo se prepara para la boda comienzan los preparativos en el palacio. EL Cid y su esposa salen a recibir a los infantes de Carrión. El Cid le dice a Minaya que coja a sus hijas y que se las entregue a los infantes, éste lo hace y después todos se dirigen a Santa María, donde el sacerdote don Jerome las casa. después vuelven a Valencia y allí celebran el banquete por todo lo alto. Las bodas duraron 15 días. Fueron muchos invitados entre ellos el padre de los infantes.
TERCER CANTAR: LA AFRENTA DEL CORPES
Se escapa el león del Cid, los infantes se asustan, el Cid lo amansa. Los infantes tienen vergüenza.
Todos están reunidos y sentados, el Cid duerme y de repente su león se sale de la jaula y los infantes de Carrión se asustan y esconden, el Cid se despierta y consigue calmarlo. Todos se maravillan. Los infantes de Carrión se sienten avergonzados
El rey Bucar de Marruecos quiere ataca Valencia. Se dirige hacia Valencia e instala sus tiendas comienza la batalla los infantes luchan Fernando de Carrión va la campo de batalla pero cuando ve al primer moro se asusta. llega Bermúdez mata al moro y le dala la lanza Fernando para que diga que lo ha matado él. Éste lo hace y el Cid mata al rey moro.
El Cid piensa someter a Marruecos: el Cid planea someter a Marruecos pero luego decide quedarse en Valencia. Felicita a sus yernos por sus supuestas hazañas, pero como piensan que el Cid sabe la verdad y se está riendo de ellos, deciden irse con sus esposas a Carrión y hacerlas pasar tanta vergüenza como ellos, al despedirse de ellos ven un mal augurio y el Cid preocupado dice que les acompañe su sobrino Félez Muñoz hasta Carrión
Llegan a un campo, el corpes, donde pasan la noche al día siguiente los infantes dicen a todos que se adelanten que quieren estar a solas con sus esposas. Todos se van y los infantes les dicen a sus mujeres que se van a vengar de ellas por a deshonra del león. Ellas les ruegan que no lo hagan pero no les hacen caso, comienzan a pegarlas hasta que casi las matan y las abandonan, y encima se sienten vengados.
Félez Muñoz sospecha de los infantes y va en busca de sus primas las encuentra tiradas en el campo las monta en su caballo y se las lleva a San Esteban cuando el Cid se entera manda a Minaya que vaya a por ellas. Minaya y sus primas salen de San Esteban hacia Valencia y el Cid los recibe y pide a Dios que se vuelvan a casar con más suerte.
El Cid envía Muño Gustioz para que le diga al rey que quiere justicia que sienta haber casado a sus hijas con los infantes de Carrión. Le encuentra en San Fagunt y le dice lo que ha ocurrido. El rey le dice que lo siente mucho.
El rey convoca una corte en Toledo le da el mensaje a Muño Gustioz para que se lo dé al Cid. Allí se reunirán todos incluso os infantes de Carrión.
Los infantes piden al rey que no celebre la corte aun así se hace, y se reúnen todos excepto el Cid que se retrasa finalmente el rey sale a recibirle.
El Cid no llega a entrar en Toledo porque prefiere permanecer en el castillo de San Serván y hacer vigilia.
El Cid se prepara para ir a la corte, invita a sus sobrinos y a otros para que vayan con él, así hasta que son cien. Todos reciben al Cid gloriosamente el rey abre la sesión. El Cid pide sus espadas y los infantes se las dan y, pide también el ajuar de la boda de sus hijas y se le concede.
El Cid dice que la cosa no puede acabar ahí, que él le confió a sus hijas en Valencia y ellos las deshonraron. García Ordóñez se pone en pie y reta al Cid diciendo que los infantes son mejores que sus hijas, lo que es reconocido por los infantes.
Pedro Bermúdez confiesa ante todos que el infante Fernando no fue quien mató al moro sino él, y comienza una pelea entre Martín Antolínez y el infante Diego. Además el hermano mayor de los infantes insulta al Cid, y éste es retado por Muño Gustioz.
Mensajeros de Navarra y Aragón piden a sus hijas en matrimonio para sus reyes, el Cid dice que de nuevo será el rey quien tome la decisión. Minaya reta a los infantes de Carrión, se fija el reto, el rey asiste pero el Cid vuelve a Valencia, y deja a Minaya, Antolínez y Muño Gustioz en manos del rey.
García Ordóñez anima a luchar a los infantes y Alfonso lo hace con los vasallos del Cid. Pedro Vermúdez vence a Fernando, y Muño Gustioz vence a Asur González y los tres vasallos vuelven a Valencia y el Cid se alegra de verlos.
Las hijas del Cid se casan con los hijos de los reyes de Navarra y Aragón, este casamiento les da más honra que el anterior.
Sinopsis
La obra literaria se basa en el destierro de Rodrigo Díaz de Vivar, (un personaje que existió en la realidad).
Se divide en tres cantares:
El Cantar del destierro
Se cuenta cómo el Cid, expulsado por el Rey Alfonso VI de Castilla se ve obligado a abandonar sus tierras. Tras atravesar Burgos deja a su mujer Jimena, y a sus hijas en el monasterio de San Pedro de Cerdeña y marcha hacia tierra de moros. Allí emprende diversas correrías que le proporcionan muchos beneficios, que emplea en repartir entre sus mesnadas y enviar una parte de los beneficios a Alfonso VI para pedirle su perdón.
En el Cantar de las bodas
Se inicia la reconciliación con el Monarca castellano una vez que Cid ha conquistado Valencia y por supuesto enviando numerosos regalos al monarca castellano, el cual permite que la familia del Cid se reúna con él en Valencia, el Rey concierta las bodas de las hijas del Cid con los infantes de Carrión. El Cid recela de este casamiento y hace a Alfonso VI responsable del mismo.
El Cantar de la afrenta de Corpes
Narra diversos episodios en los se muestra la cobardía y avaricia los infantes de Carrión como por ejemplo el incidente con el león o la cobardía de los Infantes a la hora de entrar en batalla, para evitar los escarnios los infantes deciden abandonar Valencia alegando que van a visitar sus tierras, y deciden vengarse del Cid deteniéndose en un bosque allí azotan y violan a las hijas del Cid.
El Cid pide justicia al Rey y éste convoca las cortes de Toledo. Se condena a los infantes de Carrión a batirse en duelo contra los hombres del Cid. El relato termina con el anuncio de las bodas de las hijas del Cid con los hijos y los reyes Navarra y Aragón (de mejor linaje que los anteriores).