Tau Cero
Novela de ciencia ficción publicada en 1970, del escritor estadounidense
Anderson Poul .
Del subgénero de c. ficción dura, presentando de forma convincente los efectos de la dilatación temporal einsteniana en una misión interestelar.
Los temas tratados son variados, quizás el más notorio sea el de la voluntad de sobrevivencia del ser humano, y su deseo de encontrar un lugar en un universo descrito como extraño y hostil. La novela brinda también una introspección sobre los rituales instintivos y las costumbres en las sociedades humanas, viéndolos como puntos de referencia sobre los cuales los individuos se centran para no perder la cordura en situaciones inverosímiles.
Esta novela describe un mundo futuro, en el cual Suecia se ha convertido en la primera potencia mundial, y donde los primeros viajes interestelares han sido llevados a cabo. En esta novela no existen viajes más rápidos que la luz.
La novela describe el viaje de una de las primeras misiones interestelares que, debido a un accidente termina realizando un periplo mucho más largo del que podían imaginar tanto en el espacio como en el tiempo.
El autor toma precauciones para darle verosimilitud a la Leonora Christine, el cual es un navío interestelar autosuficiente de tipo Bussard ramjet que tiene como misión llevar a 25 hombres y 25 mujeres hacia otra estrella, con la esperanza de formar allí una colonia. Debido a las características del viaje a velocidades próximas a la de la luz, los viajeros sentirán que el trayecto durará únicamente 5 años en lugar de 32, aunque en la Tierra habrán pasado efectivamente esos 32 años.
El reactor Bussard descrito en la novela se inspira de un verdadero concepto de cohete, el cual, se piensa, usaría campos electromagnéticos para absorber y comprimir el hidrógeno presente en el espacio y provocar con él una fusión nuclear como fuente de impulso. En la novela se dice que tal mecanismo también proveería a la tripulación de protección contra las radiaciones mortales del espacio, que en principio resultan de la alta velocidad a la que viaja el navío.
El viaje empieza bien, pero al llegar a la mitad del camino, una falla catastrófica daña el mecanismo de frenado de la Leonora Christine. Debido a su importante función como escudo antirradiaciones, el reactor Bussard no puede ser apagado; de lo contrario, la tripulación moriría en cuestión de minutos. De modo que el navío se encuentra bloqueado en perpetua aceleración.
Sin tener otra solución, descontado el suicidio, los tripulantes deciden lanzar el navío hacia una región fuera de la galaxia y libre de polvo cósmico, para poder así apagar el reactor y salir a efectuar las reparaciones necesarias para el frenado.
Sin embargo no encuentran una región satisfactoria, y mientras más aceleran, más pequeño se torna lo que Anderson llama factor Tau relativista, resultando en que el tiempo pasa mucho más rápidamente fuera del navío que dentro de él, llegando un punto en el cual los tripulantes cruzan galaxias enteras en lo que les parecen simples horas, aunque en el resto del cosmos pasen cientos de miles, o millones de años.
Al final la Leonora Christine y su tripulación lograrán frenar y llegar a una destinación auto-escogida, pero luego de miles de millones de años de viaje en tiempo real (para los tripulantes el viaje duró únicamente 10 años), y sabiendo que la raza humana y la Tierra ya no existen.