Un Soñador







Soledad que extraño,
soledad que quiero,
a cuantas personas
al día entristeces,
pensando en el amor
pasado o presente;
y la noche larga,
encuentra imágenes
que abraza a la gente.

Todos corazones,
que abrieron sus almas,
la ilusión que abraza
un amor genuino,
entregaron todo,
apostando al sueño
aquel hombre eterno,
sin pensar en nada,
sin prever un trueno.


Soñaré, soñaré,
que no es tristeza en mi vida soñar,
y no es mala amiga la soledad,
cuando en el frenesí la pueda hallar.

Soledad, soledad,
sabiduría siempre me has de dar,
porque en ella podré disfrutar,
el amor sin envidia, sin maldad.


Soledad que extraño,
soledad que quiero,
si todos pudieran
verse con tristezas,
caprichosos llantos;
sería más fácil,
vive la alegría,
no todo es amargo,
tú puedes lograrlo.



Deja de imaginar,
al hombre perfecto,
que no logras nada,
al sentir sin pensar;
debes prepararte
a las travesuras,
entre ese destino,
y la raza humana,
que podrás agitar.

Soñaré, soñaré,
que no es tristeza en mi vida soñar,
y no es mala amiga la soledad,
cuando en el frenesí la pueda hallar.


Soledad, soledad,
sabiduría siempre me has de dar,
porque en ella podré disfrutar,
el amor sin envidia, sin maldad.


de Graciela Kiriadre