AMOR SIN ESPINAS, AMOR VERDADERO
Creí ver la luna en mi rostro
cuando miré hacia el espejo,
imaginé un sol en mi puerta
antes de abrir, buscando el encuentro;
sin embargo, tomando coraje
pensando que todo es sueño,
con ojos cerrados, temiendo al escalofriante agujero;
apareciste tú, grandioso, valeroso, hombre honesto.
Primero percaté, las margaritas en tus ojos,
coloridos, iluminados, erguidos;
después, se hizo presente los ecos del sonido;
flotaban en nuestro espacio,
rebotando entre tu pecho y el mío.
Nos abrazamos acalorados, apasionados;
descubriendo humedad, ternura, en los volcánicos labios apoyados.
Entre tu locura y la mía,
entre tus arrebatos ardientes y los míos,
construimos al fin un solo destino.
Hoy, estamos juntos
abrazados, enredadera de enamorados;
sólidamente sujetados por sentimientos naturales
creando una familia, caricias de hogar,
vehemencia compartida;
despidiéndonos noche a, noche,
con respeto, con alegría;
deseando en nuestro ángel
presencia eterna y divina.
dedicado a mi marido
de Graciela Kiriadre