Regalo una Rosa
Esa rosa,
todo me acompaña.
Esa rosa,
la amiga creciendo
lejos del mundo
sobre una maceta,
un cuadrado cualquiera
donde crece la belleza
lejos del mundo
protegiéndose ajena
fundiéndose en el cemento
proclamando clemencia.
La terraza es todo
cuanto la rodea
y yo, doy amor
sin palabra
y no es sorda
tal vez, ¿Sólo será una planta?
Una planta
que roza
que invita a soñar
presencia de amores tendrá.
Perfuma el viento
envolviendo un encuentro.
Acaso no vea el muro
empañando su vista
acaso no sienta dolor
cuando la noche se acuesta.
En la ciudad de muertos
que respiran humo
que ignoran perfume
clamará libertad
un futuro sin red
llorando un pasado que fue.
Una espina encontrada a tiempo
tan horrorosamente
destrozando un cuerpo
que involuntariamente
lastima amores ausentes
y yo, me arrepiento
de tenerla aislada,
hermosa es mi rosa
cortando no se desangra
y yo, la regalo
perdiendo su alma.
de Graciela Kiriadre
|