Pidiendo Socorro
Poesía Antitaurina
Yo no sé nada de corridas de toros,
ni de organizaciones antitaurinas;
pero sí, puedo hablar de los sentimientos
en ojos tiernos, cuando nos necesitan.
En una mirada de los animales,
se puede encontrar un llanto, una risa;
en soledad triste, un fiel compañero,
pero nunca pagará con injusticia.
Si los observan con ternura e insistencia,
se darán cuenta de lo que no tenemos;
ellos son leales, no sienten codicia,
no matan por deporte, ni dan tormentos.
No me vengan a decir, que ellos no sienten,
porque cuando miro a los ojos, mi perro
dice muchas más cosas inteligentes,
que grandes señores, hechos por dinero.
Yo no sé nada de corridas de toros,
ni de organizaciones antitaurinas;
pero sí, recuerdo un viejo, bello toro,
un día lloraba, cerraba su vida.
Encerrado en el corral del matadero,
avecinaba lo que sucedería;
tal vez, los gritos del vecino chiquero,
o entre mugidos, la muerte abrazaría.
No me vengan a decir, que ellos no sienten,
porque ese día, vi en sus ojos la muerte,
y me viene a la memoria en la corrida,
cuando el torero reza por gloria y suerte.
Yo no sé nada de corridas de toros,
ni de organizaciones antitaurinas;
pero sí, gritando les pido un socorro,
terminemos de una vez, con las corridas.
de Graciela Kiriadre