ROMANCE 
Yo me estava reposando,  
durmiendo como solía.  
Recordé, triste, llorando  
con gran pena que sentía.  
Levantéme muy sin tiento  
de la cama en que dormía,  
cercado de pensamiento,  
que valer no me podía.  
Mi passión era tan fuerte  
que de mí yo no sabía.  
Conmigo estava la Muerte  
por tenerme compañía.  
Lo que más me fatigava  
no era porque muría,  
mas era porque dexava  
de servir a quien servía.  
Servía yo una señora  
que más que a mí la quería,  
y ella fue la causadora  
de mi mal sin mejoría.  
La media noche passada,  
ya que era cerca el día,  
salíme de mi posada  
por ver si descansaría.  
Fui para donde morava  
aquella que más quería,  
por quien yo triste penava,  
mas ella no parecía.  
Andando todo turbado  
con las ansias que tenía,  
vi venir a mi Cuidado  
dando bozes, y dezía:  
«Si dormís, linda señora,  
recordad por cortesía,  
pues que fuestes causadora  
de la desventura mía.  
Remediad mi gran tristura,  
satisfazed mi porfía,  
porque si falta ventura  
del todo me perdería.»  
Y con mis ojos llorosos,  
un triste llanto hazía  
con sospiros congoxosos,  
y nadie lo parecía.  
En estas cuitas estando,  
como vi que esclarecía,  
a mi casa sospirando  
me bolví sin alegría.
 
Juan  del Encina  
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