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  Encíclicas Papales
 
Encíclica

Encíclica, en griego ἐκκύκλιος ("egkyklios"), en latín "encyclia" ("envolver en círculo"), es también el origen de "enciclopedia". En la Iglesia Católica (universal), una encíclica era una carta circular enviada a todas las iglesias de una zona concreta. Hoy en día, se emplea para cualquier carta que envía un obispo.






Las encíclicas Papales
Benedicto XIV
 

Benedicto XIV, (* Bolonia, 31 de marzo de 1675 - † Roma, 3 de mayo de 1758). Papa de la Iglesia católica entre 1740 y 1758.

Biografía

 

Su nombre de nacimiento era Prospero Lorenzo Lambertini. Pertenecía a una noble familia de Bolonia, en esos momentos la segunda ciudad más grande en los Estados Papales. Era el tercero de los cinco hijos de Marcello Lambertini y de su esposa Lucrezia Bulgarini.

Estudios
Realizó sus primeros estudios con los Padres Somascos de Bolonia, para ingresar luego en el Collegio Clementino de Roma, donde se graduó en retórica, filosofía y teología. En 1694 se doctoró en derechos civil y canónico en la Universidad La Sapienza, también de Roma.


Actividades previas
Tuvo diversos cargos en la curia romana siempre relacionados con el derecho, los más importantes el de asesor de la Congregación de Ritos (1712), secretario de la Congregación del Concilio (1718) y primer canonista de la Penitenciaria Apostólica (1722). Además, desde 1720 era rector de la Universidad La Sapienza.

Episcopado y cardenalato
El 12 de junio de 1724 el papa Benedicto XIII lo consagró personalmente arzobispo titular de Teodosia, y ello con una dispensa previa excepcional, pues sólo era diácono y no había accedido al sacerdocio. En 1727 fue nombrado obispo de Ancona, manteniendo el grado de arzobispo ad personam y todos los cargos que ocupaba en la curia romana. En 1726 había sido creado cardenal in pectore, pero no fue proclamado hasta el 30 de abril de 1728, recibiendo el título de S. Croce in Gerusalemme. En 1731 fue nombrado arzobispo de Bolonia.

Elección papal
El cónclave que lo eligió duró seis meses, por causa de la adscripción de los cardenales a las potencias extranjeras y a los intereses de las mismas. Además, durante la reunión se registró el fallecimiento de cuatro de los electores, con lo que resultaba difícil conseguir una mayoría. A mayor abundamiento uno de los favoritos, Pier Marcellino Corradini, cardenal obispo de Frascati, había sido vetado por el rey Felipe V de España. Se alega al final Lambertini dijo a los cardenales: "Si deseáis elegir a un santo, elegid a Gotti (Vincenzo Ludovico Gotti, cardenal del título de S. Pancrazio y patriarca titular de Jerusalén); si a un hombre de estado, a Aldrovandi (Pompeo Marescotto Aldovrandi, cardenal del título de S. Eusebio y arzobispo-obispo de Montefiascone-Corneto); si a un hombre honesto, eligidme a mi". Al final resultó ganador con 51 votos a su favor, en contra de otros 50 votos. Fue elegido papa el 17 de agosto de 1740 y coronado seis días después por el cardenal Carlo Maria de' Marini, protodiácono de S. Agata in Suburra. Compatibilizó su cargo supremo con la sede arzobispal de Bolonia, que mantendría hasta 1754.

Papado
Su elección al trono papal había llegado en un momento de grandes dificultades, principalmente causadas por las disputas entre los estados romano-católicos y el papado en relación a exigencias de los gobiernos para designar a los obispos, en vez de dejar los nombramientos a la Iglesia. Benedicto XIV logró sobreponerse a la mayoría. Las disputas entre la Santa Sede y el Reino de Nápoles, Cerdeña, España, Venecia, y el Imperio fueron arregladas mediante concordatos, en los que se mostró quizás demasiado condescendiente con el regalismo de sus monarcas.

Era un hombre muy de su tiempo, imbuido del esprítitu ilustrado, de una gran erudición y abierto a todas las corrientes culturales. Mantuvo correspondencia con pensadores y científicos sin discriminación -son notorios sus contactos con el mismo Voltaire-, hasta el punto de ser respetado y admirado también en los países protestantes (el anglicano Horace Walpole le dedicó un soneto que calificaba a Benedicto XIV de "el mejor de los papas"). Merece también atención la correspondencia que cruzó con la zarina Catalina la Grande de Rusia y con el rey Federico II de Prusia, el la que se pone de manifiesto su mutuo interés por la ciencia y la cultura en general. Tomó bajo su protección personal a científicos de la talla del matemático, astrónomo y filósofo Ruggiero Giuseppe Boscovich, del historiador y arqueólogo Angelo Maria Querini, del también arqueólogo Johann Joachim Winckelmann y del polígrafo Ludovico Antonio Muratori.

Potenció la enseñanza superior de las ciencias en todos sus territorios. En la universidad La Sapienza de Roma fundó cátedras de física, química y matemáticas. Creó en esta ciudad la Calcografía Pontificia, dotándola de un fondo inicial mediante la adquisición del fondo de Domenico de' Rossi. También instituyó la Pontificia Accademia Archeologica a la que encargó importantes excavaciones y la restauración del Colosseo.

Creó en la Universidad de Boloña una escuela de cirugía y una cátedra para la enseñanza de la obstetricia, para la cual compró la colección completa de modelos del profesor Giovanni Antonio Galli. También fundó en esta ciudad un museo arqueológico, al cual donó su importante colección de monedas del período imperial romano.

Benedicto XIV mandó borrar del Indice de libros prohibidos el De revolutione de Galileo Galilei, con lo que daba por definitivamente probada la teoría heliocéntrica del sistema solar. Tuvo especial trascendencia que implantara, de forma pionera en Europa, una vacuna antivariólica en todos los Estados de la Iglesia.

Desde el punto de vista doctrinal, sin embargo, se mostró intransigente con las costumbres de los pueblos que se iban incorporando a la Iglesia. Probablemente el acto más importante de su pontificado fue la promulgación de sus famosas leyes sobre las misiones en dos bulas papales, Ex quo singulari y Omnium solicitudinum. En estas bulas denunciaba las prácticas misioneras orientales, de acomodar usos y palabras cristianas a los ritos de culturas nativas con el fin de asimilarlas. Ello había sido realizado extensamente por los jesuitas en sus misiones chinas y malabares. Un ejemplo de las cuestiones condenadas es el culto a las estatuas de los ancestros: "¿Es inaceptable el honor que se le da a los ancestros, o es algo parecido a la veneración católica a los santos?" Y ¿puede un católico legítimamente 'venerar' a un ancestro que se sabía que no era cristiano?". Esta intransigencia retardó, incluso anuló en determinados lugares, la evangelización de Extremo Oriente.

En 1741 autorizó la Congregación de los Pasionistas, y en 1749 la de los Misioneros Redentoristas.

Tuvo un papado muy activo, reformando la educación de los sacerdotes, el calendario de las fiestas de la Iglesia, la liturgia y muchas instituciones papales. En Brasil fundó las diócesis de São Paulo y de Mariana en 1745. Concedió el título de Rey Fidelísimo a Juan V de Portugal, después de reconocerle como soberano de su país, independiente de España tras la revolución de los "Restauradores" de 1640. Con su amigo Domenico Silvio Passionei, cardenal del título de S. Bernardo alle Terme y de S. Prassede, impulsó la catalogación de la Biblioteca Vaticana a la que incorporó los más de 32.000 volúmenes del Palazzo della Consulta que Passionei había reunido. Para esta biblioteca mandó traducir al italiano a los grandes autores franceses e ingleses, tanto religiosos como profanos.

En 1742 había ordenado la revisión del proceso contra Niccolò Paolo Andrea Coscia, cardenal del título pro illa vice de S. Maria in Dominica y arzobispo de Benevento, que había sido condenado por el anterior papa Clemente XII por delitos económicos. Coscia fue finalmente absuelto y respuesto en sus cargos.

Por lo que respecta a los trabajos intelectuales de Benedicto XIV, reunidos en doce volúmenes, es preciso destacar De servorum Dei beatificatione et beatorum canonizatione (1734-1738), De synodo diocesana (1748) y De festis, de sanctorum Missae sacrificio (1748), obras maestras del derecho canónico que conservan su vigencia. Para los documentos pontificios de carácter pastoral y de ámbito universal, fue Benedicto XIV quien retomó el nombre de "encíclica"

Benedicto XIV era un fumador empedernido: quizás esto influyera en su decisión de eliminar los impuestos sobre el tabaco y despojar a los farmacéuticos de los Estados de la Iglesia del monopolio de su comercialización.

Al margen de anécdotas, se trata sin duda de uno de los papas de mayor cultura y solvencia intelectual, y, visto con perspectiva histórica, su pontificado figura entre los más importantes de la Iglesia Católica.

Muerte
Falleció el 3 de mayo de 1758 y está sepultado en el mausoleo que los cardenales que él creó mandaron erigir en la Patriarcal Basílica Vaticana.

Las profecías de San Malaquías se refieren a este papa como Animal rurale (El animal rural), cita que al parecer hace referencia a su origen rural y a que fue un gran trabajador (¿un "animal de carga"?).

Encíclicas
Ubi primum (3 de diciembre de 1740)
Non ambigimus (30 de mayo de 1741)
Pro eximia tua (30 de junio de 1741)
Quanta cura (30 de junio de 1741)
In suprema Universalis (22 de agosto de 1741)
Quamvis paternae (26 de agosto de 1741)
Satis vobis compertum (17 de noviembre de 1741)
Etsi minime (7 de febrero de 1742)
Certiores effecti (13 de noviembre de 1742)
Cum illud semper (14 de diciembre de 1742)
Quemadmodum preces (23 de marzo de 1743)
Nimiam licentiam (18 de mayo de 1743)
Inter omnigenas (2 de febrero de 1744)
Cum semper oblatas (19 de agosto de 1744)
In suprema Catholicae (20 de noviembre de 1744)
Cum multorum charitate (18 de febrero de 1745)
Libentissime quidem (10 de junio de 1745)
Gravissimum supremi (8 de septiembre de 1745)
Vix pervenit (1 de noviembre de 1745)
Quemadmodum nihil (16 de dicembre de 1746)
Accepimus praestantium?? (16 de julio de 1746)
Inter caetera (1 de enero de 1748)
Magnae nobis (29 de junio de 1748)
Annus qui hunc (19 de febrero de 1749)
Officii nostri (15 de marzo 1749)
Peregrinantes a Domino (5 de mayo de 1749)
Apostolica constitutio (26 de junio de 1749)
Gravissimo animi (31 de octubre de 1749)
Inter praeteritos (3 de diciembre de 1749)
Benedictus Deus (25 de diciembre de 1750)
Celebrationem magni (1 de enero de 1751)
Prodiit jamdudum (30 de enero de 1751)
Elapso proxime anno (20 de febrero de 1751)
Providas Romanorum (18 de marzo de 1751)
Magno cum animi (2 de junio de 1751)
A quo primum (14 de junio de 1751)
Cum religiosi aeque (26 de junio de 1754)
Quod provinciale (1 de agosto de 1754)
Allatae sunt (26 de julio de 1755)
Quam ex sublimi (8 de agosto de 1755)
Ex quo primum (1 de marzo de 1756)
Ex omnibus christiani (16 de octubre de 1756)
Quam grave (2 de agosto de 1757)


 

 

 

En la Iglesia Católica Romana una encíclica Papal es una carta enviada por el Papa a los obispos Católicos de una parte concreta del mundo o de alcance universal, normalmente tratando sobre algún aspecto de la doctrina católica. Retomó el nombre de encíclica para tales documentos el papa Benedicto XIV en 1740.

Las encíclicas Papales tienen tanta fama que el término encíclica para los Católicos se usa casi exclusivamente para documentos enviados por el Papa. La Iglesia Ortodoxa y la Comunión Anglicana mantienen el uso antiguo.

Las encíclicas Papales

 

Dentro de la Iglesia Católica Romana, una encíclica (oficialmente llamada Carta Encíclica) es la segunda en importancia después de las Constituciones Apostólicas. Hay varios tipos de encíclicas en función según los temas de que traten: Encíclicas Doctrinales, Encíclicas Exhortatorias y Encíclicas Disciplinares. El nombre de las encíclicas viene dado por sus dos primeras palabras (una, dos o tres) en el idioma que haya sido redactada.

El Papa Pío XII mantenía que las Encíclicas Papales podían ser infalibles: "Ni puede afirmarse que las enseñanzas de las encíclicas no exijan de por sí nuestro asentimiento, pretextando que los Romanos Pontífices no ejercen en ellas la suprema majestad de su Magisterio. Pues son enseñanzas del Magisterio ordinario, para las cuales valen también aquellas palabras: “El que a vosotros oye, a Mí me oye.” (Lucas 10:16); y la mayor parte de las veces, lo que se propone e inculca en las Encíclicas pertenece ya -por otras razones- al patrimonio de la doctrina católica. Y si los Sumos Pontífices, en sus constituciones, de propósito pronuncian una sentencia en materia hasta aquí disputada, es evidente que, según la intención y voluntad de los mismos Pontífices, esa cuestión ya no se puede tener como de libre discusión entre los teólogos." Humani Generis 14.


Otros documentos Papales

Los documentos escritos por los Papas son variados y difieren en su forma. Destaca el hecho de que la importancia de un documento Papal no viene dada por su forma sino por el contenido que trata. Los Papas utilizan Constituciones Apostólicas, Exhortaciones Apostólicas, Cartas Apostólicas,Motu Proprio, Epístola Encíclica, Breves Apostólicos y Bulas.

 
 
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